UNA PEQUEÑA APORTACIÓN DESDE MI HUMILDE EXPERIENCIA, SOBRE COMO SE PUEDEN INTENTAR SOLUCIONAR LOS PEQUEÑOS PROBLEMAS DIARIOS QUE SE PRODUCEN EN LAS ESCUELAS.
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jueves, 23 de marzo de 2017

¿Y PARA CUANDO UNA EVALUACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN EDUCATIVA?

Estoy leyendo en la prensa, que los médicos de la comunidad, se quejan de que los equipos electrónicos que deben utilizar para realizar su trabajo se han quedado obsoletos. La Administración les da la razón y se ha comprometido a su renovación en un plazo de tiempo lo más breve posible. La eficacia de los servicios no depende tan solo de la capacidad profesional del trabajador, sino  también, y de forma muy importante, de los medios de trabajo que se ponen a su disposición.
Me parece fantástico y creo que tener un sistema sanitario eficaz y eficiente va en beneficio de todos, me da cierta envidia, lo tengo que reconocer, cuando sigo leyendo. y veo que los equipos a renovar tienen más de cinco años ¡Cinco años! Comparados con los que tenemos en el colegio se trata de tecnología punta. Los ordenadores que utilizan nuestros alumnos/as tienen un mínimo de nueve años, hemos debido de cambiar el sistema operativo para que fuesen funcionales, puesto que el oficial, que nos proporciona Gobierno de Aragón es XP, que hace años está descatalogado. Hemos tenido que buscarnos la vida con el software libre, y estamos contentos, no nos quejamos por ello, pero dependemos de la buena voluntad y de los conocimientos de los docentes, y también, de la fortuna que es la responsable de que dentro del claustro haya alguien que domine este tema, y sea competente en algo, que no tiene nada que ver con el perfil profesional de un docente ¿Qué pasa donde no se da esta circunstancia?
Estamos teniendo problemas con la red, salimos a una velocidad muy baja. Nuestro centro se encuentra ubicado en una esquina de la ciudad, y tras nuestro edificio, tan solo tenemos campos y parque. Las compañías, a pesar de tener cableada la fibra óptica casi hasta la escuela, no quieren realizar el gasto de pasarla al otro lado de la calle para gestionar solo dos líneas de teléfono. Nosotros no podemos hacer ninguna fuerza, puesto que además es la consejería quien gestiona todas las líneas, y es quien puede hacer presión, pero no lo hace. Dice que no se puede. La cuestión es que el centro debe manejarse con la tecnología que dispone, y que ni mucho menos, se acerca a la que podría tener sin realizar un gasto excesivo.  Tenemos también un servidor zentyal que nos ayuda a ganar algo de eficacia balanceando las dos líneas de teléfono del colegio, pero aún así somo más de ciento cincuenta equipos saliendo por dieciocho megas de velocidad, a paso de tortuga vamos. Disponemos de un servicio del siglo pasado y no creo estar exagerando.
Por otro lado, se nos anima a la innovación, a que utilicemos alternativas a los libros de texto, a que los alumnos sean competentes en un mundo cuya tecnología no es que corra, es que vuela, pero no les damos alas para volar, sino sandalias, y de suela de esparto, para que no puedan ni correr. Es una paradoja que debemos superar todos los días. Es cierto que a base de ingenio, sacamos partido a todo lo que tenemos, y creo que obtenemos un muy buen rendimiento,  debería ser una de las preocupaciones principales de la Administración educativa, facilitar la labor docente a nivel de infraestructura, y como repito siempre, comenzar por quien más va a utilizarlas, que no consiste en entregar un coche a quien solo gusta de ir a caballo. Para eso, debería estar el servicio de Inspección educativa, para determinar a los mejores usuarios potenciales y comenzar por ellos.
Cuando yo comenzaba en esto de la enseñanza, se pasaba una evaluación, el Plan EVA, en la misma se evaluaba a los docentes, a los centros y también a la Administración. Este debería ser el planteamiento, realizar una evaluación de la Administración desde todos los ámbitos, sobre todo por parte de las personas que trabajan en ella, escucharles y realizar las modificaciones necesarias a los procedimientos. Y esta evaluación no veo que se llegue ni siquiera a plantear. Debería ser seria, rigurosa y con compromisos posteriores. No es cara, es funcional y además estaría llena de propuestas eficaces ¿Por qué no se lleva a cabo? ¿De verdad que no se le ha ocurrido a nadie? El primer paso para poder tener un sistema educativo del siglo XXI, con el que tanto se le llena la boca a alguno, pasa por tener una Administración que no esté anclada en los procedimientos del pasado. La renovación debe venir marcada por los que mejor la conocen, así de fácil, y a la vez así de difícil.  Solo puede  pedir una renovación metodológica, quien previamente se ha evaluado y ha optimizado su propio funcionamiento. Pensamos en evaluaciones de diagnóstico, en pruebas individualizadas, en reválidas y la ley se olvida de la más importante, la del sistema, la autoevaluación de la Administración educativa, la que puede mejorar realmente el proceso general. Es cierto que se han propuesto pactos y planes que analizan la situación, pero debería de haber un planteamiento más sistemático, periódico y regulado para que obligase a que se efectuasen las reformas propuestas sin que dependiese de la responsabilidad del puesto político de turno.

Y mientras tanto me pido esos equipos obsoletos que van a retirarse de los centros de salud, aquí serán bienvenidos.


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