Se está poniendo de moda que muchos personajes relevantes de la
sociedad se conviertan en expertos en educación y nos trasladen a los
docentes su forma de interpretar el hecho educativo. Últimamente Ferrán Adriá, a
través de la fundación telefónica, curiosamente se entremezclan intereses
empresariales con educativos, pero ya estamos tan acostumbrados a este
hecho, que ya no le damos importancia. Pues bien, desde esta plataforma, el
afamado cocinero quiere compartir su método de trabajo, el que tan buen
resultado le ha dado El Bullí, a las aulas. Así, se pueden descargar desde el
programa escuelas creativas, una serie de guías creativas, si redundamos en el término le damos más importancia, con unos premios de
fondo como elemento motivador para la participación.
Son buenas iniciativas, pero ¿de
verdad que es un cocinero el mejor modelo educativo a seguir en los centros
educativos? Sin duda en los centros de secundaria con módulo de restauración
sí, en los demás se pueden utilizar algunas ideas, pero de eso a que sea un
referente, dista un trecho enorme. Que conste que siempre defiendo, en la
entrada anterior de este blog lo desarrollo, que cualquier elemento motivador
de los alumnos, por extraño que pueda parecernos, va a ser adecuado dentro del
proceso educativo. Sí a la cocina, sí a utilizar metodologías
"innovadoras" que proceden de mundos diferentes al escolar, pero no
es necesario convertir a personas que no están relacionadas con el mundo
educativo en "gurús" de la educación, puesto que lo que se consigue
es desarrollar actividades puntuales, que sacien nuestro espíritu innovador momentáneo, pero
que no dejan de ser islas sin conexión con el resto de la actividad que se
desarrolla en el aula.
Así que seguramente, con el
impulso de las teorías del Bullí, podremos ver a muchos niños/as que diseñen un
plato con frutas simulando alguna cara o algún animal. Seguramente, desde aquí, desarrollarán el tema de la comida sana y equilibrada, lo cual es magnífico,
pero seguramente también, todo quedará en este punto.
El tema de la cocina es mucho
más completo que todo esto. Nosotros, en el apoyo de compensación educativa, trabajamos desde aquí, y eso que este curso, con tan solo hora y media a la
semana, no tenemos mucha capacidad de darle un impulso importante.
Pero hemos creado una
empresa de catering, hemos visitado una sucursal bancaria para comprobar la
capacidad crediticia con la que podríamos contar. Hemos acudido a centros
comerciales para la compra de materiales y utensilios. Hemos desarrollado
recetas que pueden ser útiles de cara a la rentabilidad de la empresa
emprendida. Hemos desarrollado una contabilidad, con el fin de comprobar la
sostenibilidad económica de la misma. Hemos llevado a cabo una campaña publicitaria
de nuestros productos. Hemos desarrollado una web que publicita nuestra
empresa, y desde luego, hemos cocinado. Todas estas actividades
multicompetenciales se pueden, y se deben, realizar desde un proyecto de estas
dimensiones, no vale con tocarlo de pasada, y desde luego no es necesario que
una persona famosa sea el referente. Lo necesario es la capacidad del docente
para la motivación del alumnado, y que el primero vea los centros de interés de
nuestra sociedad, y por lo tanto de los niños/as para enfocar desde aquí el
proceso educativo. Seguramente si emprendemos un proyecto, sin tener claras todas las posibilidades anteriores, analizando más la teoría que las posibilidades prácticas, estaremos perdiendo una oportunidad didáctica importante. Creo que últimamente, con el aluvión de teorías innovadoras con el que nos bombardean, los docentes estamos pensando más teóricamente que en las posibilidades didácticas reales. Así, que me parece, que nos encontramos en un punto en el que debemos dedicarle un poco menos de tiempo a pensar en las cosas que puedo hacer y un poco más a hacerlas.
Os dejo el enlace con el blog de la empresa de catering,
LABORDETA´S FORK ¡Ah y estamos abiertos a recibir los pedidos que
surjan!
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